Uno de los mayores desafíos durante este tratamiento térmico es controlar los cambios dimensionales (forma y tamaño) en las piezas de acero, los cuales ocurren por dos factores: los esfuerzos térmicos y los esfuerzos producidos por transformaciones de fases. Aquí le explicamos por qué ocurren estas deformaciones:
El proceso de temple tiene tres etapas importantes: calentamiento, sostenimiento a alta temperatura y enfriamiento. Durante estas, el acero sufre una serie de transformaciones estructurales denominadas fases.
1. Fase de calentamiento
La fase de partida en la estructura del acero es ferrita, que es una forma estructural del hierro, más los carburos únicos químicamente con el acero y los demás elementos de aleación.
2. Fase de sostenimiento a alta temperatura
Cuando el acero alcanza una temperatura de 723 °C, su estructura se convierte en austenita. En este punto inicia como tal la etapa de sostenimiento, un período de tiempo adecuado para lograr la homogenización de la fase austenítica y para que los carburos se disuelvan y le permitan al acero desarrollar su potencial para el trabajo mecánico posterior.
3. Fase de enfriamiento
En esta fase se busca obtener martensita, que la estructura dura el acero, es decir: de alta resistencia.
A nivel atómico, el acero sufre estas tres transformaciones, que inevitablemente producen cambios en las densidades, el volumen y las dimensiones.
Para evitar distorsiones indebidas y/o fracturas indeseadas, lo recomendable es delegar el tratamiento térmico en manos expertas. En TRATAR somos especialistas en alta temperatura. No dude en contactarnos.
Adaptado por:
Ing. Jose Domingo Guerra, para TRATAR SAS
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