Nitruración por plasma en aceros inoxidables
- Administrador del sitio

- 17 nov
- 2 Min. de lectura
¿Qué hace una foto de hamburguesa generada por IA en el blog de TRATAR? Más de lo que parece. La metáfora del 'stack inoxidable' es una forma clara y visual de explicar lo que ocurre en un acero inoxidable cuando se somete a un proceso de nitruración por plasma (NPP): capas distintas que conviven en equilibrio para ofrecer lo mejor de cada una.
Después de ‘cocerse a fuego bajo’ en un horno de nitruración por plasma, un acero inoxidable no vuelve a ser el mismo. Como en una superparrillada, pasa por un proceso de sellado perfecto: en la superficie se forma una capa que concentra la fuerza sin dejar escapar lo valioso del interior.
El núcleo del acero queda 'jugoso' y dúctil. La fase S, esa capa endurecida por nitrógeno, actúa como el sellado de la carne: aporta firmeza y resistencia al desgaste sin resecar ni fragilizar. Y por encima, la película pasiva de óxido de cromo (Cr₂O₃) se regenera, como un pan que envuelve y protege contra la corrosión.
Así, la nitruración por plasma entrega un sándwich inoxidable: 'jugoso' en el centro, sellado en la superficie y blindado frente a ambientes agresivos.

¿Cuándo aplicar este sellado tan HOT?
La necesidad mecánica adecuada: piezas que requieren dureza superficial, bajo coeficiente de fricción o una vida útil extendida sin distorsión dimensional.
Aplicaciones que se benefician del proceso: válvulas, sellos, instrumental médico, turbinas, moldes de inyección, componentes de precisión y piezas sometidas a fricción en ambientes corrosivos.
El tipo de acero correcto:
Martensíticos y PH: la nitruración por plasma añade dureza superficial y mantiene resistencia a la corrosión.
Austeníticos: la gran estrella, porque logra dureza donde antes era imposible.
Ferríticos y dúplex: se fortalecen frente al desgaste localizado y la corrosión por picaduras.
Ventajas de la nitruración por plasma en aceros inoxidables
Frente a otros métodos, la nitruración por plasma en aceros inoxidables es insuperable porque combina dos virtudes insuperables en un mismo proceso:
Opera a baja temperatura (350–450 °C), evitando transformaciones indeseadas y manteniendo intacto el núcleo.
Preserva la resistencia a la corrosión, ya que no precipita nitruros de cromo ni destruye la película pasiva.
Por eso, la nitruración por plasma merece ser vista como un auténtico sensei parrillero: un maestro que sabe cuándo sellar, cuándo dejar reposar y cómo llevar a punto perfecto un acero inoxidable que necesita más dureza sin perder su esencia.
Este artículo es solo una entrada. Para pasar del aprendiz de parrilla al verdadero 'sensei del endurecimiento superficial', descargue el eBook “ABC de los aceros inoxidables, y por qué la nitruración por plasma es la más indicada para endurecerlos sin dañar su escudo anticorrosión”.
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