Es el proceso mediante el cual un material, generalmente un metal, se deteriora gradualmente debido a reacciones químicas con su entorno. Esta reacción puede ser causada por la exposición a agentes como el oxígeno, la humedad u otros productos químicos.

La corrosión puede producir degradación de las propiedades físicas y químicas del material, que pueden derivar en pérdida de resistencia, apariencia deteriorada y posibles fallos estructurales.

Existen varios tipos de corrosión:

1. Corrosión uniforme: como su nombre lo indica, produce un desgaste uniforme en todas las áreas expuestas, por lo general ante la exposición general a la humedad, productos químicos corrosivos o gases agresivos.
2. Corrosión por picadura: caracterizada por la formación de pequeñas cavidades localizadas, o picaduras, en la superficie del material, ante la presencia de agentes corrosivos concentrados o falta de oxígeno en esas áreas.
3. Corrosión por galvanización. Se produce cuando dos metales diferentes están en contacto en un ambiente corrosivo, haciendo que uno de los metales actúe como ánodo y se desgaste rápidamente, mientras que el otro se comporte como cátodo, protegiéndose de la corrosión.
4. Corrosión intergranular: afecta las áreas alrededor de los límites de grano de un material, debido a la sensibilización del material, debilitando la estructura.
5. Corrosión por erosión: Se produce por la acción de la fricción o el impacto de partículas suspendidas en un ambiente corrosivo, muy común en tuberías y válvulas, donde hay presencia de fluidos en movimiento.